La obesidad es uno de los mayores problemas con los que nuestra sociedad debe lidiar actualmente. El ritmo de vida que llevamos, las responsabilidades que se amontonan y la necesidad de realizar muchas actividades en poco tiempo, hace que descuidemos los buenos hábitos de vida y seamos más propensos a ganar peso. cuando la ganancia de peso es significativa y deja de corresponderse de manera positiva con nuestra altura y otros factores, nos adentramos en un terreno pantanoso y peligroso como es la obesidad.

Sabemos que la obesidad tiene consecuencias negativas para el funcionamiento de nuestro organismo, así como para nuestra salud mental. Y es que, en el interior de nuestro cuerpo voluminoso, viajan una gran cantidad de elementos que pueden dificultar el buen hacer de nuestro organismo y crear problemas verdaderamente graves para nuestra supervivencia.

Una de las consecuencias que más se observa es la infertilidad. Llamamos infertilidad a la dificultad para conseguir un embarazo, a pesar de llevar a cabo relaciones sexuales sin protección y de manera habitual, durante más de un año. Son muchas las parejas que desean ser padres y ven sus sueños truncados a base de esperar un embarazo que nunca llega. En muchas ocasiones, pasan por alto las causas más naturales, como puede ser una posible obesidad.

Obesidad y fertilidad. ¿Existe una verdadera relación?

Actualmente, existen muchos estudios realizados por todo el mundo que afirman que, evidentemente, la obesidad tiene consecuencias negativas para la fertilidad, tanto masculina como femenina. Y es que, además de la subida de peso que comporta este problema, también favorece a la presencia de diferentes elementos que viajan por nuestras arterias, causando problemas en el funcionamiento de nuestras hormonas. Esto modifica el trabajo de muchos de nuestros órganos, por lo que el cuerpo deja de funcionar de manera adecuada para empezar a funcionar de manera disfuncional. Es entonces cuando aparecen los problemas de salud derivados del aumento de peso y de los malos hábitos de vida, como puede ser la infertilidad.

La obesidad en la infertilidad

Algunos de los problemas que puede casuar la obesidad son:

Exceso de andrógenos y/o estrógenos

Una de las diferencias entre organismos masculinos y femeninos es la cantidad de estrógenos y/o andrógenos que necesitan para que el funcionamiento sea adecuado. El cuerpo femenino necesita mayor número de estrógenos, mientras que el cuerpo masculino necesita andrógenos. Cuando esta proporción varía, existen problemas a nivel sexual, que pueden impedir la concepción de un embarazo. La presencia de más andrógenos de los habituales en el cuerpo femenino, así como de estrógenos en el cuerpo masculino puede tener consecuencias negativas para la fertilidad.

Desregularización de la menstruación

La menstruación es el signo visible que tienen las mujeres para conocer el estado de su ciclo. Un desajuste en el sangrado puede ocasionar una pérdida de cuentas importante para saber los pasos de la ovulación.

Síndrome de ovario poliquístico

Se trata de un síndrome caracterizado por la anovulación del cuerpo femenino, por lo que se pierden oportunidades para concebir un embarazo

Aparición de enfermedades que pueden estar impidiendo el embarazo

Entre ellas la diabetes. En hombres, sufrir diabetes puede disminuir la cantidad de espermatozoides en el esperma y modificar su actividad, volviéndolos más vagos y débiles. Además, pueden aparecer obstáculos estructurales en el camino que recorren cuando se produce la eyaculación, lo que impide que salgan del cuerpo masculino.

Fármacos como tratamiento a las enfermedades producidas por la obesidad

Existe constancia de que algunos fármacos pueden rebajar la efectividad del esperma, por lo que suponen un verdadero impedimento para conseguir un embarazo. Algunos tipos de medicación para la hipertensión, por ejemplo, cumplen con estos pronósticos. No olvidemos que la hipertensión es una enfermedad relacionada con la obesidad.

Hipotiroidismo

En este caso, la glándula tiroides produce una cantidad anormal de hormona tiroidea, lo que dificulta la pérdida de peso y crea algunos patrones desajustados en el organismo. Puede darse tanto en organismos masculinos y femeninos, pudiendo dificultar el embarazo por partida doble.

Problemas psicológicos que pueden estar interfiriendo en la consecución del embarazo

Para muchas personas, no gustarse a si mismos produce una serie de rechazos que, si se prolongan durante mucho tiempo, pueden provocar problemas de autoestima que desemboquen en patologías depresivas o ansiosas. Estos producesos suponen dificultades añadidas a la tarea de conseguir un embarazo, pues disminuyen las ganas de tener relaciones sexuales al mismo tiempo que restan efectividad al organismo. Son los llamados problemas colaterales, que surgen como consecuencia del problema inicial, y que restan posibilidades de conseguir nuestro objetivo.

¿Cómo prevenir la obesidad?

Por todo ello, queda patente que prevenir la obesidad es la mejor garantía de gozar de una salud adecuada y permitir a nuestro organismo trabajar de manera óptima. Este será un gran paso para poder conseguir un embarazo en un tiempo que se ajuste a la normalidad.

Para ello, debemos llevar una vida sana y equilibrada, mejorando nuestros hábitos y realizando cambios permanentes en nuestra alimentación y en nuestra actividad. La OMS nos da una serie de consejos para poder hacer de esto una realidad y empezar a disfrutar de las ventajas que la obesidad eliminó.

Algunas de las medidas para evitar y/o vencer la obesidad son:

  • Llevar una dieta equilibrada, en la que no falte ningún alimento y en la que predominen las frutas y las verduras en nuestra cocina.
  • Evitar los dulces y las comidas copiosas, así como los empachos.
  • Optar por hidratarse con agua, evitando las bebidas azucaradas, así como el alcohol.
  • Llevar una vida activa y evitar el sedentarismo. El deporte debe ser fundamental en nuestros días. acudir al gimnasio, apuntarse a clases de baile o simplemente pasear largo rato por la calle puede ser suficiente para mantenerse en forma.
  • Mejorar nuestros hábitos de higiene, como medida muy recomendable para evitar infecciones que puedan dificultar, a su vez, el embarazo.
  • Evitar el tabaco y otras sustancias perjudiciales (legales e ilegales), así como el alcohol, pues estas sustancias afectan directamente al funcionamiento de nuestro organismo y, por tanto, modifican los procesos de funcionamiento.

Además de ello… podemos potenciar nuestra fertilidad de manera natural

Es posible, además de todo ello, hacer uso de otros elementos que pueden potenciar nuestra fertilidad de manera natural.

Optar por tomar suplementos naturales de fertilidad masculina podrá hacer que nuestro cuerpo esté más receptivo y conseguir, en un menor tiempo, el embarazo deseado. Se conoce, además, que ciertas posturas de yoga pueden favorecer un ajuste positivo de la fertilidad, y que existen maneras muy sencillas de tratar de aumentar el esperma para poder conseguir buenos beneficios de ello. Además, la contaminación también interfiere de manera negativa en la consecución de un embarazo, por lo que sería conveniente realizar todas las acciones que estén en nuestras manos para intentar reducir los altos índices que actualmente está registrando nuestro planeta.

Mejorar la fertilidad masculina puede suponer un largo camino, en el que debemos rodearnos de la mejor información y los mejores métodos naturales para conseguirlo de manera beneficiosa. Los expertos hablan de mejorar nuestros hábitos de vida, para poder conseguir nuestros objetivos. Por todo ello, todos podemos realizar algunos pequeños cambios en nuestro día a día para tratar de mejorar la salud de nuestro organismo y optimizar todos sus procesos.