Por mucho que deseemos aumentar nuestra familia, no siempre encontramos el momento ideal para poder llevar este deseo a la realidad. Las numerosas obligaciones actuales, así como las dificultades de conciliación que nos ofrece el ámbito laboral hacen que, muchas parejas, pospongan la decisión de buscar un embarazo. Y es que, como sabemos, la gran velocidad a la que pasan los días y el ritmo al que los vivimos pueden no favorecer a la dedicación casi en exclusiva que demandan nuestros hijos. Estos factores están presentes en la sociedad actual, atrasando, poco a poco, la edad más habitual para ser padres.

No obstante, en términos de fertilidad, postergar un embarazo supone aumentar las dificultades para poder conseguirlo. Sabemos que el reloj biológico de la madre y del padre se ralentiza a medida que pasa el tiempo. Son muchos los estudios que así nos lo han confirmado; mientras la reserva ovárica de la madre desciende a pasos agigantados sobre los 35 años, el hombre puede sufrir descensos en el número de espermatozoides y en su motilidad, aunque es cierto que la fertilidad masculina posee una vida más longeva que la femenina.

Por ello, son muchas las parejas que deben lidiar con la dicotomía de esperar al momento adecuado para aumentar la familia, o aprovechar los años más fértiles para concebir. Se trata de una decisión que, en muchas ocasiones, se torna difícil y complicada. Aunque son muchos los que deciden dar prioridad a la búsqueda del embarazo, otros deciden perseverar la fertilidad para poder tener garantías de éxito dentro de unos años, aunque para entonces su nivel hormonal actual no se encuentre en una fase óptima.

¿Cómo podemos perseverar la fertilidad?

Una de las maneras más útiles y efectivas de perseverar la fertilidad es mediante la congelación de óvulos, en el caso de las mujeres, y semen, en el caso de los hombres. El proceso es sencillo; se extraen estos elementos a través de diferentes técnicas y se congelan durante el tiempo que sea necesario. El día de mañana, podremos disponer de nuestro material congelado para conseguir un embarazo, a través de la realización de una fecundación in vitro.

¿Quién puede beneficiarse de la congelación de semen o de óvulos?

Cualquier pareja fértil puede beneficiarse de esta técnica. En especial si:

  • La pareja desea postergar la decisión de ser padres, para dar prioridad a otras facetas de la vida que creen incompatibles con este deseo.
  • Futuras madres que quieren convertirse en madres biológicas solteras y recurren a muestras de esperma congelado para conseguir el embarazo. En este caso, el esperma elegido pertenece a un hombre anónimo.
  • Parejas con posibles problemas de salud que pueden afectar, en un plazo de tiempo medio o largo, a la fertilidad. Puede ser el caso de tener que someterse a tratamientos de quimioterapia y otros tratamientos invasivos que supongan un peligro para su salud reproductiva.
  • Personas con problemas genéticos que quieren reducir la probabilidad de que estos problemas puedan transmitirse de padres a hijos de manera hereditaria.

Tanto el hombre como la mujer pueden beneficiarse de la congelación de material hormonal. En el caso de la perseveración de la fertilidad masculina, se congela el semen, que contiene los espermatozoides. La perseveración de la fertilidad femenina se basa en la congelación de los óvulos, extraídos mediante técnicas médicas. En estas dos opciones se alarga la vida útil de este material, pudiendo hacer uso de ella cuando la situación personal de la pareja lo requiera.

El proceso de congelación

La congelación de este material se realiza en centros especializados, y siguiendo unos determinados protocolos cuya función principal es garantizar el éxito en la técnica de perseveración.

Perseveración masculina

Si hablamos de la congelación de semen, los pasos a seguir son los siguientes:

Extracción del líquido seminal

El material a congelar (líquido seminal o esperma) se extrae mediante la masturbación controlada. Una vez inscrito en el programa de congelación de esperma, el hombre recibirá unas pautas a seguir para que el líquido seminal extraído tenga una calidad óptima. Esto nos dará garantías para poder usarlo de manera efectiva cuando la situación lo requiera.

Además, el hombre pasará por una serie de pruebas médicas como paso previo a la congelación de esperma, que servirán para conocer su salud general. Esto, a su vez, incidirá sobre la calidad del esperma y su material biológico.

Congelación de la muestra

La muestra de semen recogida se congela con nitrógeno líquido a 196ºC, guardándose en el banco de semen durante el tiempo necesario hasta su descongelación y uso.

Esta muestra de semen puede usarse en función de nuestra voluntad. Si decidimos ser donantes de semen anónimos, perderemos el control sobre la utilización de nuestras muestras, al mismo tiempo que ayudaremos a realizar el sueño de ser madres a muchas mujeres solteras que no poseen donante conocido de material hormonal.

Perseveración femenina

Sabemos que el reloj biológico femenino es más corto que el del hombre. A partir de los 35 años aproximadamente, las reservas ováricas femeninas descienden significativamente. Es por ello que congelar óvulos puede ser la solución para muchas parejas a las que los años fértiles femeninos empiezan a terminarse.

La congelación de óvulos sigue estas fases:

Estimulación ovárica

El centro médico encargado de la congelación de óvulos podrá pautar medicación para estimular la creación de óvulos de calidad. De esta manera, el organismo femenino podrá realizar un número adecuado de ovocitos maduros que serán congelados y estarán listos para su uso siempre que se necesite.

Punción folicular

Se trata de la prueba mediante la que se extraen los ovocitos. Esta punción está totalmente controlada por técnicas ecográficas, y se realiza a través de la vagina. Aunque puede producir dolor, se realiza mediante sedación.

Congelación de los ovocitos

Es el proceso mediante el cual los ovocitos extraídos se congelan, para poder volver a usarlos cuando lo necesitemos y perseverar la fertilidad.

Utilización de las muestras congeladas

A la hora de usar las muestras congeladas, el centro deberá tener en cuenta nuestra voluntad y consentimiento.

En este sentido, las muestras congeladas podrán usarse de manera exclusiva por la pareja, de manera que la carga genética que contenga el material congelado (tanto masculino como femenino) corresponda a ellos.

Si así lo deseamos, podremos convertirnos en donantes anónimos para garantizar la consecución de un embarazo de madres solteras o de parejas con problemas de fertilidad, que no pueden conseguir este deseo por otros métodos. En este caso, nuestras muestras podrán usarse de manera anónima, sin que la persona que las reciba sepa a quien pertenecen.

El embarazo mediante muestras congeladas se realiza siguiendo técnicas de fecundación in vitro, depositando, mediante herramientas médicas, la carga hormonal necesaria en el sistema reproductor femenino. De esta manera, las garantías de éxito aumentan considerablemente y la consecución de un embarazo resulta mucho más sencillo.

De esta manera, conseguir postergar la maternidad y/o paternidad es muy sencillo, sin que ello produzca problemas posteriores a la hora de conseguir nuestro objetivo. Además, puede dar respuesta a la necesidad de muchas parejas infértiles de iniciar una maternidad normalizada, así como muchas mujeres que desean ser madres solteras. Perseverar la fertilidad será posible con estos métodos.

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