Uno de los problemas más recurrentes al que se enfrentan muchas parejas en edad fértil es la imposibilidad de conseguir un embarazo. Cada vez más, las consultas médicas se llenan de preocupaciones ante un largo tiempo de relaciones que no dan los frutos esperados. Aunque la fertilidad femenina también es de vital importancia para conseguir el embarazo ansiado, en ocasiones el problema se encuentra en el esperma. Cuando esto ocurre, hablamos de baja calidad del semen o de bajo conteo de espermatozoides.

El bajo conteo de espermatozoides se refiere a un bajo número de cuerpos, que dificultan la fecundación del óvulo y la posterior creación del embrión. Aunque existen tratamientos naturales para intentar paliar esta situación y aumentar el esperma, es cierto que la ciencia consigue grandes y beneficiosos resultados. No obstante, en ocasiones se trata de un camino lento, que debemos cruzar a su debido ritmo, aunque nos encontremos expectantes y deseosos de conseguir un embarazo que nos permita disfrutar de la ansiada paternidad.

El proceso de este camino incluye determinadas pruebas diagnosticas que nos permitirán conocer cuál es el problema que dificulta nuestro deseo, al mismo tiempo que emite luz sobre el tratamiento que podemos llevar a cabo.

Será el profesional médico el que nos guie por todo el proceso, determinando, en un primer momento, nuestros factores de riesgo y todo aquello que pueda estar incidiendo de manera negativa en nuestro problema, intentando paliar en primer lugar aquellos factores que dependen de nosotros. Si esto no da resultado, puede ser necesario adentrarnos en el camino de la ciencia y buscando respuestas a nuestras preguntas. Es entonces cuando la realización de diferentes pruebas es necesaria.

Entre todas ellas, encontramos las siguientes:

Análisis de semen

El primer paso será observar el volumen de espermatozoides que contiene el esperma, para lo que se realizará un análisis del líquido. Para ello, se deberá aportar una muestra en un recipiente, que deberá recogerse siguiendo unas pautas de tiempo y de frecuencia. Es posible que, en los días siguientes, sea solicitada una segunda muestra para controlar la variabilidad de nuestro esperma.

Interpretar el análisis del semen es de vital importancia para poder entender si forma parte de nuestro problema. Se estima que un esperma adecuado contiene entre 15 y 200 millones de espermatozoides por cada mililitro de líquido. A raíz de estos datos puede determinarse la cantidad de esperma que posee una determinada eyaculación, lo que podría determinar el éxito de la fecundación.

No obstante, aunque la cantidad de espermatozoides es un factor que puede afectar a la fertilidad, no es el único; también se encuentra involucrado el factor de movilidad, pues este determina que los espermatozoides puedan acceder al óvulo y realizar la fecundación.

Si el análisis de semen no produce resultados significativos que puedan explicar el problema, el profesional podrá pautar otras pruebas, entre las que encontramos:

Análisis hormonal

Se realiza mediante un análisis de sangre, a partir del cual pueden observarse el tipo de la cantidad de hormonas presentes en nuestro organismo. Las hormonas sexuales serán las verdaderas protagonistas en esta prueba.

Ecografía del escroto

Con esta prueba se determina la forma del escroto, para poder observar el camino que recorren los espermatozoides al liberarse. En ocasiones, el escroto no tiene la forma adecuada, y esto dificulta el camino de los cuerpos, imposibilitando que el esperma llegue a su destino.

Análisis genéticos

En caso de diagnosticarse algún problema que esté interfiriendo en la consecución de un embarazo, podrían realizarse pruebas genéticas para determinar el origen de este problema y poder detectar otros casos en nuestra familia.

Análisis de orina

Se trata de una muestra de orina que debe ser recogida tras la eyaculación. Si en ella se observan espermatozoides, podemos pensar que el esperma vuelve hacia atrás en el momento de ser liberado mediante la eyaculación, lo que podría explicar el problema de infertilidad. De la misma manera, podría determinarse si existe una infección de orina que estaría dificultando la calidad de nuestro semen y el posterior embarazo.

Funcionamiento de espermatozoides

Estas pruebas permiten observar el funcionamiento de los espermatozoides una vez son liberados, factor muy importante para poder conocer cómo se comportan en el momento de la salida por el escroto y una vez acceden al aparato reproductor femenino. Aunque no son pruebas que se realicen con frecuencia, pueden arrojar mucha luz a nuestro problema.

Detección de anticuerpos

Tienen como objetivo observar si nuestro cuerpo fabrica anticuerpos que eliminen el efecto de nuestro esperma, dificultando así el embarazo.

Estas pruebas pueden aportarnos las respuestas a nuestras preguntas de infertilidad, ayudando a decidir el tratamiento adecuado para conseguir nuestro objetivo. Someterse a ellas es uno de los pasos previos más importantes para intentar conseguir el embarazo ansiado.