Cuando un varón llega a la pubertad, se produce la espermaquia. La espermaquia es la primera eyaculación que experimenta un joven en su vida. Generalmente, se da acompañado de manifestaciones físicas que indican el inicio de la madurez del organismo. Su anatomía se transforma en poco tiempo, dando lugar a un organismo musculoso con una notable apariencia masculina. El pene y los testículos se agrandan, y se acompañan de vello púbico. Aparece, también, vello en las axilas y generalmente la cara se llena de pequeños granitos que dan paso al acné juvenil. Todas estas señales indican un cambio hormonal necesario que convierte al pequeño en adulto.

La espermaquia es, por tanto, la primera liberación de líquido seminal que experimenta el joven en toda su vida. Suele darse de manera espontánea, en la noche, mientras el joven duerme. No obstante, es posible que se dé a través de la masturbación o mediante el acto sexual. Los estudios afirman que este efecto suele aparecer entre los 12 y los 14 años, siendo especialmente raro antes de los 11.

Son muchas las personas que se preguntan hasta qué punto esta primera eyaculación indica fertilidad y que probabilidades existen de fecundar un óvulo a partir de esta señal.

La maduración testicular

Aunque resulta difícil contestar a esta pregunta con precisión, en un primer momento sabemos que la espermaquia no indica claramente que la maduración testicular esté completada. El semen de unos testículos inmaduros no posee, en principio, la suficiente fuerza para poder indicar fertilidad, aunque esto no quiere decir que exista un problema de infertilidad. La maduración necesita tiempo, y este tiempo está marcado por la evolución individual de cada uno de nosotros. Es por ello que podrán existir procesos de maduración más rápidos que otros.

Cómo determinar la fertilidad en chicos jóvenes

Como hemos visto, el desarrollo pubertal no corresponde a una determinada edad, sino a un proceso de maduración que puede darse a diferentes ritmos. Una manera de poder determinar con bastante precisión el desarrollo del aparato reproductivo femenino y masculino es usando la escala Tanner. Esta escala determinará, en una graduación del 1 al 5, los cambios visibles que se producen en el cuerpo de la mujer y del hombre, para poder saber aproximadamente su capacidad fértil actual. A través de unas imágenes pictóricas, podemos establecer en qué estadio se encuentra la persona que ha experimentado la espermaquia, siendo los estadios 2 y 3 los que generalmente ya suelen presentar espermatozoides con actividad significativa.

La fertilidad puede cambiar a lo largo de nuestra vida

No obstante, la espermaquia es un proceso natural que nada tiene que ver con la previsión de fertilidad que vayamos a experimentar a lo largo de nuestra vida. Es posible que, tras una espermaquia normativa, nos encontremos con cierta facilidad para fecundar un óvulo y llevar un embarazo a término. También resulta posible que nos topemos con algún problema de infertilidad a lo largo de nuestra vida, sea esta primaria o secundaria. Es por ello que la espermaquia, aunque se realice correctamente, no puede determinar en un alto grado de eficacia nuestro nivel fértil.

Además, diferentes estudios están demostrando como cada vez los casos de infertilidad son más numerosos, por lo que se trata de un problema que va creciendo con el tiempo y que no siempre tiene que ver con factores endógenos.

En caso de infertilidad…

Si estamos teniendo problemas para buscar un embarazo y conseguir que este llegue a término, podemos beneficiarnos de la cantidad de información y el plan personalizado de fertilidad masculina que nos ofrece FertililidadMasculina.org. A través de esta organización podemos acceder a un plan gratuito que mejorará nuestros hábitos de vida con el objetivo de conseguir nuestro propósito de agrandar la familia de manera biológica. Acceder a este plan puede mejorar nuestra fertilidad y permitir disfrutar de la familia que queremos conseguir.