Aunque no se suele hablar de ello, los abortos suelen producirse con bastante frecuencia. Hablamos de aborto espontáneo aquella interrupción del embarazo por causas naturales antes de la semana 20 de gestación. Alrededor de un 20% de los embarazos terminan en aborto, siendo esta una cifra bastante notoria. El aborto puede darse por diferentes motivos; su espontaneidad, entendida como la ausencia de causas evitables, puede ser debida a una baja calidad de los espermatozoides y/o del óvulo fecundado, lo que puede hacernos sospechar de una infertilidad masculina o femenina.

Son muchas las parejas que pasan, cada día, por el duelo de perder el embarazo y que se preguntan hasta qué punto este hecho puede dificultar un nuevo embarazo y la posibilidad de convertirse en padres. A continuación damos las claves para poder entender este proceso y sus consecuencias.

¿Qué causa un aborto?

Un aborto espontáneo puede tener diferentes causas, entre las que encontramos:

  • Genéticas: Su causa se encuentra en los genes. El ADN del embrión posee anomalías cromosómicas incompatibles que no pueden salir adelante y, por tanto, el embarazo se interrumpe.
  • Anatómicas: El útero de la mujer puede cambiar su forma o tener dificultades para desarrollar vida en su interior. Es por ello que, en ocasiones, la interrupción natural del embarazo se da por cuestiones anatómicas del útero y el aparato reproductor femenino.
  • Trombofilias: Suponen problemas en la cogaulación sanguínea, que pueden desembocar en una circulación deficiente en el aparato reproductor, causando la interrupción del embarazo. Este mismo problema puede darse en varios o más embarazos, provocando la interrupción de todos ellos.
  • Endocrinas: Diferentes procesos endocrinos, como la diabetes o la tiroides, pueden estar incidiendo en un aborto espontáneo. Es por ello que resulta fundamental realizarse chequeos constantes a lo largo del embarazo para poder determinar el éxito de llevarlo a término y/o iniciar tratamiento ante cualquier problema endocrino que pueda poner en riesgo la continuidad del embarazo.
  • Emocionales: El estado de ánimo de la mujer influye en el embarazo, hasta el punto de poder provocar el aborto espontáneo. Es por ello que, a la hora de planificar un embarazo, el cuerpo femenino necesita encontrarse en óptimas condiciones para afrontar esta nueva etapa de manera positiva y enérgica.
  • Factores masculinos: El esperma no solo influye en el momento de la fecundación. También puede aportar la fuerza suficiente para que el embarazo se dé a término. El ADN de los espermatozoides es también factor importante, por lo que puede ser la causa del aborto.

¿Cuándo hablamos de infertilidad?

Hablamos de infertilidad cuando se encadenan 2 abortos consecutivos cuyas causas son naturales. En este caso hablamos del aborto de repetición, y supone el pistoletazo de salida de la realización de diferentes pruebas que consigan determinar y esclarecer si la infertilidad se encuentra a la sombra de estos problemas, así como su tipo y su posible tratamiento.

En ocasiones, tras una infertilidad diagnosticada, no es posible determinar la causa que lo provoca. No obstante, existen técnicas que nos permiten mejorar nuestra infertilidad, de manera que nos acercan a la consecución de nuestro objetivo que supone agrandar la familia mediante descendencia biológica.

¿Cuándo volver a intentar un embarazo?

Tras un aborto se recomienda esperar entre 2 y 3 ciclos para poder buscar un nuevo embarazo de manera natural. Durante este tiempo, el cuerpo de la mujer vuelve a la normalidad y consigue estar receptivo, siempre y cuando no exista un problema de infertilidad femenina.

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