Cada vez son más las parejas que poseen problemas para conseguir un embarazo. Si bien es cierto que la infertilidad femenina ha existido desde siempre, es cierto que en los últimos años está experimentando una incidencia que se encuentra en constante crecimiento. Diferentes enfermedades, así como nuevas condiciones ambientales y nuevos modos de vida están propiciando este incremento de parejas que cada vez con mayor frecuencia deciden buscar ayuda médica para poder conseguir su deseo de agrandar la familia.

Ser consciente con total seguridad de que la infertilidad es realmente la causa que está detrás de esta imposibilidad para concebir es el resultado final de un camino largo, y en ocasiones tedioso. Para saberlo con certeza se necesitan pruebas médicas, y aún así, en ocasiones resulta imposible conocer la causa de este diagnóstico. La infertilidad puede estar presente en un solo cuerpo para manifestarse; bien sea en el cuerpo masculino o femenino, lo cierto es que dificulta el camino hacia la consecución de nuestros objetivos.

Aunque a priori resulta imposible saber que cuerpo es el portador de la infertilidad, existen unas determinadas señales que nos pueden hacer sospechar si se encuentra en el cuerpo masculino o femenino. Si bien es cierto que presencia de estas causas no será determinante para poder realizar un diagnóstico claro, pueden marcar el camino a seguir para conseguir realizar afirmaciones válidas y ciertas.

Si hablamos del cuerpo femenino, las señales que nos pueden hacer sospechar una infertilidad femenina son las siguientes:

Señales de infertilidad femenina

1-Ciclos hormonales alterados

El ciclo hormonal de la mujer suele seguir las mismas pautas, que se suceden en el mismo orden y que suelen tener la misma duración. De esta manera, el inicio del ciclo se caracteriza por la creación de un óvulo, que viaja por todo el sistema reproductor femenino, y es expulsado en forma de menstruación si, pasado el ciclo, no es fecundado.

La regularidad de este proceso nos indica que el organismo femenino está realizando su trabajo de manera correcta y ordenada. Si esto es así, no habrá motivo aparente para preocuparnos.

Ahora bien, si el ciclo hormonal femenino sufre alteraciones que se visualizan en reglas irregulares, la ausencia de sangrados u otros procesos extraños, quizás deberemos determinar la causa de estos problemas. El síndrome de ovarios poliquísticos podría estar explicando estas señales, lo que puede determinar un problema de infertilidad.

2-Menstruaciones con sangrados excesivos

Son muchas las mujeres que sufren sangrados muy abundantes y mucho dolor durante los días de menstruación. Esto, que puede parecer normal, puede estar escondiendo un problema de endometriosis. La endometriosis se da cuando la capa que recubre el endometrio no crece en el lugar adecuado, y es una de las principales causas de infertilidad femenina.

Esta enfermedad suele ser bastante común en mujeres en edad fértil. Aunque existen tratamientos muy eficaces, necesita de un diagnóstico fiable para poder incidir sobre ella.

3-Problemas dermatológicos

Algunas hormonas producen consecuencias visibles en nuestro organismo si sus niveles se modifican de manera significativa. El acné y los cambios respecto al crecimiento del vello corporal son algunas de las manifestaciones más habituales. Si estas manifestaciones se dan de manera brusca, pueden estar evidenciando la existencia de un problema hormonal. Nuestras hormonas sexuales resultan muy importantes a la hora de conseguir y llevar a término un embarazo, por lo que resultará importante mantenerlas constantes y estudiarlas en caso de sufrir estas consecuencias.

4-Abortos continuados

La infertilidad no solo está presente cuando el óvulo no es fecundado. En ocasiones, este proceso se consigue, pero el cuerpo de la mujer no puede llevar a cabo el embarazo y acaba sufriendo abortos repetidos. Aunque los abortos en el primer trimestre de gestación son bastante habituales, si se dan de manera repetida pueden hacernos sospechar que algo está ocurriendo en el sistema reproductivo femenino. Diferentes problemas genéticos pueden estar interfiriendo entre las causas de este problema, por lo que será necesario realizar pruebas médicas para saber cómo podemos evitarlo.

5-El estrés

Si la dificultad por conseguir un embarazo se da en épocas de gran estrés, puede causar sospecha de relación entre estos dos factores. Y es que, como muchos estudios nos han demostrado, el estrés puede causar diferentes problemas en nuestro organismo, entre los que encontramos los problemas para concebir.

El culpable de ello es el cortisol, la hormona que se libera cuando sufrimos estrés continuado. Esta hormona es capaz de modificar el funcionamiento normal de nuestro cuerpo, lo que puede traducirse en ciclos irregulares, problemas de anovulación (inexistencia de ovulación) o incluso amenorrea (supresión del ciclo menstrual).

Otros factores que pueden estar interfiriendo

Además de las señales ya comentadas, encontramos otros factores que pueden encontrarse a la sombra de estos problemas. Si bien es cierto que algunos de ellos pueden modificarse fácilmente a través de nuestras acciones, en otros casos su incidencia resultará mucho más determinante. Entre ellos, encontramos:

La edad de la mujer

Si bien es cierto que el cuerpo del hombre es más longevo en cuestión de fertilidad, la fertilidad de la mujer posee los días contados. A partir de los 35 años, la reserva ovárica femenina empieza a descender de manera brusca, por lo que cada vez será más difícil conseguir el ansiado embarazo. En ocasiones, este puede ser el único problema que está atrasando la consecución de nuestros objetivos.

Si creemos que esto puede causar un problema de infertilidad en un futuro, podemos optar por los métodos de perseveración de fertilidad, con el objetivo de detener el reloj biológico del hombre y de la mujer.

Obesidad u extrema delgadez

Nuestro peso también afecta a la manera de funcionar de nuestro organismo, tanto si existe exceso (obesidad) como defecto (delgadez extrema). Estos dos extremos pueden producir los mismos problemas de infertilidad, pues impiden que nuestro organismo lleve a cabo los procesos adecuados y con todas las garantías. Es por ello que una de las mejores condiciones para conseguir un embarazo a término es situarse en el peso ideal, calculado a partir de nuestro IMG, e intentar mantenerse en él durante el mayor tiempo posible.

Malos hábitos alimenticios

Además de todo ello, nuestro modo de vivir también esconde muchas respuestas respecto a nuestra fertilidad. Lo ideal es mantener una vida activa y una alimentación equilibrada, en la que el consumo excesivo de alcohol y cafeína no sean los protagonistas. Fumar, además, también interfiere negativamente en la consecución de un embarazo sano, así como llevar una vida sedentaria o excesiva actividad.

Mejorar, por tanto, nuestra manera de vivir puede solucionar el problema de infertilidad femenina por el que estamos atravesando. Si creemos que este problema puede estar escondiendo otras razones, deberemos consultar con nuestro médico para encontrar las respuestas necesarias.

Actualmente encontramos soluciones a la mayoría de los problemas que nos están impidiendo agrandar nuestra familia de manera natural; tan solo necesitamos dar con ellas. En FertilidadMasculina.org podrás acceder a un plan personalizado de fertilidad femenina y masculina y estilo de vida, así como un gran abanico de información que puede arrojar un poco de luz a un camino que en ocasiones se torna extremadamente duro. Conocer todos los entresijos de la fertilidad masculina y femenina es sencillo, siempre y cuando tengamos a nuestro alcance la información correcta.